El mito de la serpiente emplumada es propio de toda el área mesoamericana y es un tanto ocioso plantear qué cultura influyó a cuál, o si Teotihuacán lo llevó o no a la zona maya, dijo la historiadora Mercedes de la Garza, quien recordó que incluso hay evidencias de esa iconografía en la cultura olmeca, que fue anterior a las dos primeras.
De la Garza respondió así a una pregunta en relación a los hallazgos de murales mayas en el sitio de San Bartolo, en la selva del Petén, en Guatemala, que fueron pintados un siglo antes de esta era y que muestran imágenes de ese mito.
El hallazgo fue realizado en 2001 por el arqueólogo guatemalteco William Saturno, de la Universidad de New Hampshire y quien el domingo 8 de julio dictará la conferencia inaugural del séptimo Congreso Internacional de Mayistas, a realizarse en Mérida con el tema central Orígenes, memoria y alteridad de los pueblos mayas.
Saturno hablará del avance de sus investigaciones sobre dichos murales, que por su antigüedad podrían llevar a replantear interpretaciones históricas sobre las relaciones e influencias de las culturas del altiplano con las de la zona maya, entre otros temas (La Jornada/17 de junio/ 2004).
El descubrimiento de Saturno es considerado uno de los más importantes en la historia de la arqueología del mundo maya y equiparable al de la tumba de Pakal, en Palenque, o al de los murales de Bonampak, ambos en Chiapas.
María del Carmen Valverde recordó que las culturas de Mesoamérica eran dinámicas, y que había muchas vías de comunicación y de contacto entre ellas.
Martha Ilia Nájera dijo que el concepto de “serpiente emplumada” es más adecuado que el de “Quetzalcóatl”, porque éste es muy diferente en cada época y lugar. Para el siglo XV en el altiplano ya quería decir algo distinto a como se concibió en épocas anteriores, agregó.
En el anuncio del congreso, realizado ayer en el Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, participaron De la Garza, Valverde y Nájera, además de Tomás Pérez Suárez, José Alejos García y Guillermo Bernal, parte de los organizadores en las ciudades de México y Mérida.
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