Una nueva generación de materiales “autorreparables”, inventados por investigadores de la Universidad de Illinois, en Urbana-Champaign (UI), pueden imitar la actividad autocurativa de la piel humana regenerándose, al igual que ésta, una y otra vez.
Los especialistas que los desarrollaron consideran que podrían revolucionar la industria de la construcción, así como la aeronáutica, aeroespacial, naval y automotriz, entre muchas otras.
Según Nancy Sottos, experta en ciencia de materiales e ingeniería, y coautora del estudio, “tal como una cortada en la piel dispara el flujo sanguíneo para promover la cura, la ruptura de estos materiales detona el flujo de un agente capaz de reparar el problema repetidamente”.
Los materiales autorreparables constisten en un agente químico microencapsulado y un catalizador del mismo, que se distribuye a lo largo de todo el material. Cuando éste sufre una ruptura o cuarteadura, las microcápsulas liberan el agente reparador, mismo que reacciona químicamente con el catalizador, sellando el desperfecto.
Para crear este material, los investigadores comenzaron por confeccionar un andamiaje que es llenado con una tinta polimérica concentrada de abastecimiento continuo a través de un filamento, para construir una estructura tridimensional capa por capa. Una vez que este andamiaje se ha producido, se rodea con una resina epóxica, se extrae la tinta y se rellenan los filamentos con el agente químico reparador.
Las planchas del material terminado, que tiene flexibilidad suficiente como para amoldarse a distintas superficies, pueden utilizarse como recubrimiento de fuselajes para aeronaves, astronaves, carrocerías automotrices, lanchas, barcos, aparatos electrónicos y muros en la industria de la construcción, entre otras aplicaciones.
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