Un estudio desarrollado por científicos norteamericanos ha comprobado la antigua suposición de que la mente y el cerebro están profundamente conectados. Utilizando un complejo análisis estadístico que compara los procesos neuronales y las melodías, este estudio ha revelado que ambos presentan patrones comunes. Eso significa que, probablemente, la música es un reflejo de la mente del compositor y explicaría por qué el cerebro produce emociones que van mucho más allá de los estímulos meramente auditivos cuando percibe la música.
Un equipo de físicos liderado por Simona Bianco y Paolo Grigolini, del Center for Nonlinear Science de la universidad de North Texas (en Estados Unidos) ha llevado a cabo una investigación cuyos resultados demuestran que existe una curiosa conexión entre la música y el cerebro.
Un detallado y complejo análisis estadístico de los procesos inherentes a ambos reveló que entre ellos hay grandes similitudes, en concreto, entre las distribuciones producidas por las composiciones musicales y la actividad cerebral.
Análisis de patrones
Los investigadores monitorizaron la actividad del cerebro utilizando la electroencefalografía (EEG), que es una técnica que permite registrar las señales eléctricas de la superficie del cerebro. Esta técnica se utiliza en neurofisiología para diagnóstico de enfermedades y lesiones cerebrales. Por otro lado, se analizaron composiciones musicales en función de ciertos parámetros, como la melodía, la armonía, el ritmo, el tono y el timbre, entre otros factores, según publica APS.
Posteriormente, los científicos realizaron sendos mapas de la actividad cerebral y de las composiciones, por regiones destacadas en función de los saltos de cambios significativos acaecidos en ambos durante el registro, descubriendo así que existía una similitud entre los patrones de las señales eléctricas del cerebro y los de la música.
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