Científicos del instituto que dirige J. Craig Venter, un pionero en la secuenciación del genoma humano, informaron que consiguieron trasplantar el genoma de una especie de bacteria dentro de otra especie de bacteria, un logro que consideran un importante avance hacia la creación de formas de vida sintéticas.
Otros científicos que no participaron de la investigación elogiaron el logro, cuyos resultados fueron publicados en el sitio web de la revista Science. Pero algunos expresaron su escepticismo a la relevancia que le atribuyó el doctor Venter.
Su meta es obtener células capaces de tomar dióxido de carbono de la atmósfera y producir metano para ser utilizado como elemento base de otros combustibles. Un avance como ése podría reducir la dependencia de los combustibles fósiles y asestarle un golpe al calentamiento global.
“Esperamos tener el primer combustible a partir de la biología sintética dentro de una década, y si es posible en la mitad de ese tiempo”, declaró Venter.
Richard Ebright, un biólogo molecular de la Universidad Rutgers, Estados Unidos, dijo que la técnica de trasplante que permite que el genoma transferido tome el mando de la célula que ha recibido el trasplante constituye “un hito”. “Representa la reprogramación completa de un organismo, usando para eso sólo una entidad química”, expresó el doctor Ebright.
Leroy Hood, un pionero del campo de la biología de sistemas, dijo que el reporte del doctor Venter es "realmente un maravilloso ejemplo de proeza técnica", pero sólo uno de los muchos pasos que se requieren antes de que los cromosomas sintéticos puedan ser transferidos para ser usados en células vivas.
Una razón del optimismo de Venter es que dice que su instituto está cerca de sintetizar a partir de sustancias químicas el genoma entero de una pequeña bacteria, el Mycoplasma genitalium , de 580.000 unidades de ADN de largo.
Si ese genoma puede ser creado para gobernar otra bacteria utilizando el método anunciado en Science , el doctor Venter debería ser capaz entonces de decir que ha logrado la primera forma sintética de vida.
La bacteria sería idéntica a la versión que se encuentra en la naturaleza, pero demostraría qué tan preciso es el control que se puede lograr de cada uno de los aspectos de la maquinaria de las células vivas.
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