El Proyecto Ukhupacha se ha convertido en una pieza clave para descifrar los secretos de las antiguas culturas precolombinas de Perú gracias a técnicas de progresión vertical. Sus integrantes han descubierto en los últimos años cavidades y caminos incas en Machu Picchu y su última hazaña ha tenido lugar en la enigmática ciudadela de Kuélap, construida en el siglo XIV en el norte de Perú por los chachapoyas.
Todo comenzó en 1997 cuando el espeleólogo y bombero español Salvador Guinot viajó al país andino para recorrer a pie el camino del inca que lleva a la capital del antiguo imperio, Machu Picchu, y verificó la existencia de gran número de cavidades y secretos por desvelar. Regresó a Perú en varias ocasiones hasta que puso en marcha el Proyecto Ukhupacha, palabra quechua que significa "mundo de adentro" y financiado casi en su totalidad por la Universidad Jaume I de Castellón, en el levante español. "En aquel caminar nos dimos cuenta del potencial, nos preguntamos si esos lugares habían sido explorados, los técnicos de la zona nos dijeron que no. Así surgió la posibilidad de ayudar a la gente que podía necesitar nuestra cooperación", detalló Guinot en una entrevista con Efe-Reportajes.
Y lo que comenzó como una aventura, o "idea loca", como califica el bombero español a su hazaña, hoy es una ayuda imprescindible para los arqueólogos, porque los espeleólogos y bomberos integrantes de Ukhupacha, además de acceder a lugares imposibles, imparten cursos de técnicas de progresión vertical para que los expertos solos puedan seguir trabajando en sus investigaciones.
En consecuencia, Guinot y su equipo, todos ellos originarios de Castellón, han descubierto, topografiado y catalogado hasta la fecha 20 cavidades en Machu Picchu, han pisado caminos incas que no recorría nadie en 500 años y han tomado fotografías inéditas de la ciudadela desde ángulos nunca registrados.
Estas imágenes formarán una muestra que se expondrá en los próximos meses en el aeropuerto de Manises, en la ciudad española de Valencia, y después en Cuzco, al sur de Perú.
Fortaleza de Kuélap: la última hazaña
Aunque los miembros de Ukhupacha continuarán trabajando en Machu Picchu, donde —a juicio de Guinot— "hay trabajo para años", han decidido diversificar su actuación y su última aventura la han protagonizado en la fortaleza de Kuélap, un centro sagrado levantado en plena selva y a 3,000 metros sobre el nivel del mar.
Fueron los chachapapoyas, civilización precolombina que habitó el norte de Perú en torno al año 1,300, quienes levantaron Kuélap, una gigantesca ciudad o centro sagrado fortificado con muros de hasta 20 metros de altura, que fue descubierta en 1843 por Juan Crisóstomo Nieto.
Con una extensión de 450 hectáreas, esta ciudadela, que apunta a convertirse en el segundo Machu Picchu de Perú, está ubicada en un lugar remoto. Para llegar hasta allí hay que circular por caminos y vías semiasfaltadas más de diez horas desde Chiclayo, urbe ubicada en la costa norte y a unos 700 kilómetros de Lima.
Eso en temporada seca, porque en época de lluvia el tiempo se prolonga y en algunos casos no se puede acceder a causa de los desprendimientos de tierra y lodo.
Noticia publicada en Estrella de Panamá