De un sueño a las estrellas o Ex Sominus Ad Astra, en latín, es el nombre del proyecto espacial de Ronnie Nader Bello, un ecuatoriano de 40 años que en el 2009 contemplará la tierra durante 10 ó 15 minutos. Suena imposible, pero este guayaquileño empezó a trabajar por esa fantasía a sus 7 años, cuando se hacía preguntas sobre lo que había más allá de las estrellas y construía con las sillas del comedor de su casa una plataforma de lanzamiento; operaba una caja de cartón como si fuera un cohete.
La empresa Space Adventures, pionera en organizar vuelos espaciales con civiles, fue la clave para que Ronnie concretara aquel sueño de niño. En 1998, Space Adventure empezó a ofertar los vuelos al espacio, y en el 2001 lanzó el primer turista al espacio: Dennis Tito, un magnate norteamericano, que pagó alrededor de 20 millones de dólares por su viaje.
El costo del viaje de Ronnie no se iguala al del multimillonario Dennis Tito, principalmente porque el ecuatoriano no llegará a la Estación Espacial Internacional. El ecuatoriano hará un viaje suborbital, que consiste en hacer un vuelo fuera de la atmósfera de la tierra, alcanzar los 120 kilómetros de altura y volver, traspasando la frontera del espacio, que se considera que está a 100 kilómetros de la tierra.
Ese viaje, que durará casi 3 horas, cuesta 200 mil dólares y lo pagan 22 empresas internacionales que decidieron apoyar el proyecto espacial del ecuatoriano. Ronnie fue a tocar las puertas de esas compañías después de que en el Ecuador se negaran a apoyarlo. Él sólamente puso de su bolsillo los 10 mil dólares que se necesitaban para reservar un cupo en el vuelo suborbital.
Ese dinero salió de la actividad que Ronnie desarrolla cuando está con los pies en la tierra. Vende softwares en internet y tiene 376 páginas webs donde exhibe sus productos. Esto es el resultado de haber desarrollado una carrera de ingeniería de sistemas, aunque nunca se despegó del estudio de la astrofísica y la física atómica.
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