Fue inventado por David Alfonso González Ramos, un barranquillero de 17 años, que hace dos años y medio llegó a Miami en compañía de su madre y un hermano mayor.
Camino a la escuela, saliendo de su casa en Kendall, en Miami, a David Alfonso se le "prendió la luz" que lo llevó al invento. Estaba en una esquina esperando el cambio de luces.
Analizó por unos minutos la manera como se alternaban los colores y cuando decidió continuar su camino ya tenía en la cabeza el proyecto que debía presentar para la escuela de aviación donde estudia y que terminó con el invento, para usar tras huracanes.
"Pensé en cómo volver más rápido a la normalidad tras un huracán que deja caos y accidentes y se me ocurrió el semáforo portátil, que podía ser instalado por un policía. Así ese agente, en lugar de estar pendiente del tránsito, podía dedicarse a socorrer a las personas", cuenta el joven barranquillero.
Días antes, el instructor de la escuela de aviación George T. Baker, Howard Carter, había invitado a sus 10 alumnos a presentar ideas para una competencia de inventos electrónicos. El de González fue seleccionado.
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