Además de vetar la norma por segunda vez en dos años, George W. Bush emitió una orden ejecutiva para animar a los científicos a trabajar con el gobierno federal para obtener nuevos métodos de lograr células madre sin dañar embriones humanos.
Los críticos han calificado de falsa la orden y han dicho que Bush debería haber firmado la ley que, según las encuestas, cuenta con el respaldo de más del 60 por ciento de los votantes que consideran la medida un modo de combatir una serie de enfermedades.
"El Presidente Bush no está engañando a nadie con esta orden ejecutiva, y el hecho de que no cambie de política es un insulto más para los millones de pacientes que sufren todos los días", dijo Sean Tipton de la Coalición para el Avance de la Investigación Médica, un grupo de presión independiente que representa a más de 100 organizaciones de pacientes y científicos.
El Presidente y otros críticos consideran que la ley es moralmente ofensiva porque llevaría a la destrucción de embriones humanos para derivar las células madre.
"Si este proyecto se convirtiera en ley, obligaría a los contribuyentes americanos -por primera vez en nuestra historia- a apoyar la destrucción deliberada de embriones humanos", dijo la Casa Blanca en un comunicado en el que agregó que "el Presidente ha dejado claro que no permitirá que la nación cruce esa línea moral".
Noticia publicada en Noticias 123 (Chile)