Los investigadores hacen énfasis en que sus hallazgos no significan que una mala relación entre hermanos cause depresión, pero dicen que existe una estrecha vinculación. Es más, si los padres de estos varones han hecho un buen o mal trabajo en relación con la crianza parece tener un efecto menor sobre el riesgo de depresión.
"Una mala crianza puede verse reflejada en una mala relación entre hermanos", dijo el doctor Robert J. Waldinger, autor principal del estudio y profesor de psiquiatría de la Universidad de Harvard. "Pero una vez que uno toma en cuenta la calidad de la relación entre hermanos, conocer la calidad de la crianza no suma mucha más información", agregó.
Los hallazgos, publicados en la edición de junio de la revista The American Journal of Psychiatry , se basan en el análisis de datos obtenidos de 229 varones que fueron seguidos durante más de 30 años, a partir de que tenían 18 o 19 años. Fueron primero entrevistados por médicos clínicos, psiquiatras, psicólogos y antropólogos entre 1939 y 1942, y a partir de entonces completaron un cuestionario cada dos años. Los investigadores también entrevistaron a sus padres.
Los voluntarios fueron entrevistados nuevamente a los 25, 30 y 50 años, mientras que los cuestionarios bianuales continúan hasta el presente. El diseño prospectivo y la extensión del seguimiento constituyen las mayores fortalezas del estudio.
A partir de la información obtenida por los cuestionarios y las entrevistas, los investigadores elaboraron un ranking en el que listaron las relaciones de los voluntarios con sus hermanos durante la niñez y la adolescencia, y donde también incluyeron qué tan bien fueron criados por sus padres. También consignaron si los padres murieron antes de que los voluntarios cumplieran 18 años y si en la familia había antecedentes de depresión.
Ninguno de los 21 hombres que habían perdido a su padre en la niñez desarrollaron depresión. El 15% de los que tuvieron una mala relación con sus madres y el 16% de los que tenían una historia familiar de depresión padecieron esta enfermedad en la vida adulta. Pero entre aquellos que tuvieron una relación mala o destructiva con sus hermanos, el 26% experimentó en la adultez episodios de mayor depresión.
El significativo aumento de la tasa de depresión en este último grupo sugiere que la mala relación entre hermanos es un factor predictivo independiente de depresión.
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