Investigadores del Centro Médico de la Universidad Texas Southwestern (Estados Unidos) han desarrollado en el laboratorio un método que potencia el aprendizaje y convierte a los sujetos más "inteligentes". Las conclusiones de la investigación se publican en la edición digital de la revista
Nature Neuroscience.
En su trabajo los científicos han modificado genéticamente un modelo animal que carece de una única enzima en su cerebro y que como efecto muestra una mejor capacidad de aprendizaje que los individuos normales. Además, estos animales transgénicos descubren de forma más rápida que su entorno ha sufrido cambios.
Los resultados revelan un nuevo mecanismo de aprendizaje en el cerebro que podría servir en humanos como una diana terapéutica para tratar enfermedades como el síndrome de estrés postraumático, la enfermedad de Alzheimer o la adicción a los fármacos.
Según James Bibb, coordinador del estudio, todo parece tener más sentido para estos animales y añade que el aumento de sensibilidad ante su entorno parece haberlos convertido en más inteligentes. Fueron más proclives al aprendizaje para nadar hasta una plataforma acuática y recordaron haber estado en cierta caja en la que se les administraba una leve corriente eléctrica. En el caso de los cambios en su entorno por ejemplo, cuando la plataforma acuática cambiaba de localización, la encontraban más pronto.
Los investigadores advierten que a pesar de la rapidez de aprendizaje, los estudios sobre los efectos a largo plazo de la carencia en el cerebro de la enzima, llamada Cdk5, continúan en marcha.
Los investigadores comienzan ahora a estudiar los fármacos que podrían producir los mismos efectos sin la intervención de la manipulación genética y observando la salud y comportamiento de los animales a lo largo del tiempo.
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