¿Agresivos o inofensivos? ¿Osados o cobardes? Que los animales tienen su propia personalidad es algo que ya no extraña a nadie, pero ahora científicos de los Países Bajos y Suecia han descubierto por qué las distintas especies de seres vivos se comportan de ese modo tan particular.
Desde primates hasta hormigas, porque en esto del carácter no importa el tamaño, los expertos han analizado la evolución de la personalidad de sesenta especies animales y han llegado a la conclusión de que todo responde a un juego de compensaciones vitales.
Así, aseguran los científicos en un artículo del último número de la revista científica británica "Nature", aquellas especies animales que tienen "mucho que perder" y que "invierten bastante en su futuro" han desarrollado un comportamiento que trata de evitar riesgos como los enfrentamientos con los grandes depredadores.
Por el contrario, las despreocupadas por su futuro son más propensas a ser osadas y agresivas, contraste que desafía las teorías sobre la convergencia en el comportamiento de los animales que traería consigo la evolución de las especies.
"En biología evolutiva, tener más o menos que perder equivale a mayores o menores expectativas de reproducción futuras, o número de retoños que se espera tener", explica en declaraciones a Efe el responsable de la investigación, Max Wolf, de la Universidad de Groningen (Países Bajos).
"Por lo tanto, un animal que en determinadas condiciones debería tener muchos hijos -por ejemplo porque su hábitat es de alta calidad- evitará los riesgos, mientras que otro que normalmente debería tener poca descendencia, será más propenso a correr peligros, ya que tiene poco que perder", añade.
Según el científico, a veces las diferencias entre el carácter de una y otra especie animal no depende sólo de si piensa o no tener mucha descendencia, sino de para cuándo haya planificado la reproducción.
Noticia completa en Perú 21