Investigadores de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional realizaron un estudio para comprobar que la desnutrición materna es uno de los factores que condicionan el hipotiroidismo.
Lucía Quevedo Corona, coordinadora de la investigación, explicó que la gestación y la lactancia son periodos críticos para el desarrollo del ser humano, por lo que la desnutrición de la madre durante estas etapas ocasiona, además de bajo peso al nacimiento, modificaciones en tejidos y estructuras del recién nacido que permanecen hasta la edad adulta.
“Durante la desnutrición materna se alteran tanto en la madre como en el producto, la concentración de hormonas circulantes como la insulina, glucocorticoides y hormonas tiroideas; estos cambios endocrinos afectan el crecimiento y desarrollo fetal con consecuencias en la función metabólica”, señaló la investigadora.
El equipo de investigación utilizó dos grupos de ratas preñadas, uno de ellos fue sometido a una reducción en su alimentación diaria durante la gestación y la lactancia, recibiendo sólo el 60 por ciento de la cantidad que se le suministró al otro.
Ambos grupos fueron sometidos después a diversas valoraciones para medir las alteraciones en la morfología de la tiroides, así como la intensidad de su metabolismo y la capacidad de la glándula tiroidea para responder a la exposición del animal a un ambiente frío.
El estudio concluyó que las crías nacidas de madres desnutridas durante la etapa de desarrollo de la glándula tiroides, presentaron hipotiroidismo funcional en la edad adulta.
La glándula tiroides envía las hormonas que produce (triyodotironina y tiroxina) al torrente sanguíneo, lo que controla funciones vitales como el crecimiento y el desarrollo del cuerpo, la frecuencia cardiaca, presión arterial y la velocidad con la que se metabolizan los alimentos para transformarse en energía, detalló la especialista del IPN.
“Estas hormonas también son fundamentales para la producción de calor durante la exposición a un medio ambiente frío para conservar la temperatura corporal en un nivel adecuado”, abundó Quevedo Corona.
Agregó que más del 15 por ciento de las personas mayores presentan cierto grado de hipotiroidismo. Los síntomas típicos de este padecimiento son: cansancio, intolerancia al frío, aumento de peso, piel reseca, somnolencia y estreñimiento.
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