El descubrimiento en un antiguo asentamiento tolteca indica que el sacrificio de niños era bastante común entre los aztecas, una civilización avanzada que fue conquistada por los españoles en el siglo XVI.
Los huesos de los menores, que datan de entre los años 950 al 1150 después de Cristo, fueron hallados a las afueras de la zona arqueológica tolteca de Tula, indicó Luis Gamboa, un arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Las edades de los niños sacrificados fluctuaban entre los cinco y los 15 años de edad.
"Hay algunas incisiones entre las vértebras, que sugieren que se empleó algún tipo de piedra para cortarles la garganta, no tanto como para cortarles la cabeza, sino, al parecer, para cortarles la yugular y provocarles una hemorragia que los matara", indicó Gamboa.
Los cadáveres fueron hallados en una sola fosa cuadrada de cuatro metros, localizada en unas excavaciones que iniciaron a principios de marzo en las instalaciones de una estación de policía ubicada afuera del sitio arqueológico, unos 70 kilómetros (40 millas) al norte de la capital mexicana.
Todos fueron colocados en la misma posición: mirando hacia el este, cerca de un templo dedicado a Tláloc, lo que llevó a los arqueólogos a elaborar la hipótesis de que "esto fue algo colectivo, que se hizo simultáneamente" en un solo ritual, indicó Gamboa.
"Estaba en uno de los muchos barrios ubicados a las afueras del centro ceremonial y lo que encontramos formaba parte de su vida diaria", explicó Gamboa
Noticia original en Univisión (EEUU)