Noticia completa en Endi (Puerto Rico)
Quizás cuando leas el título de este artículo pensarás en ninfas marinas mitad humano y mitad pez de la mitología griega, o quizás en la pelirroja Ariel de la película de Disney.
Pero los sirénidos no son criaturas míticas, sino un Orden de mamíferos acuáticos emparentados con los elefantes y con los menos conocidos hiracoideos de África. El Orden incluye tres especies de manatíes y una de dugón (sólo queda una luego de la extinción de la vaca marina de Steller en el siglo 18).
Los manatíes (género Trichechus) viven en mares pocos profundos y estuarios del Mar Caribe y el Golfo de México, el dugón (Dugong dugon) es estrictamente marino, se encuentra en los océanos Índico y Pacífico, desde las costas de Mozambique y Kenia hasta Australia y Nueva Guinea.
Aunque los dugones no viven actualmente en el Caribe, en el pasado, esta parte del mundo poseía una diversidad de especies. En el Caribe se han encontrado desde dugones primitivos adaptados a pasar tiempo en tierra firme, hasta formas más derivadas y especializadas como las actuales.
Los sirénidos más viejos del Caribe se han encontrado en rocas del Eoceno de Jamaica (54.8 a 33.7 millones de años atrás). En Puerto Rico, tenemos fósiles de sirénidos en rocas del Oligoceno (33.7 a 23.8 millones de años atrás) y del Mioceno (23.8 a 5.3 millones de años atrás).
En Puerto Rico se han identificado tres especies de dugones fósiles, Halitherium antillensis, Caribosiren turneri y Metaxytherium calvertense, pero esperamos que este número ascienda a seis con la inclusión de nuevo material que está siendo estudiado.
En el Caribe ocurre algo paradójico, los dugones se extinguieron mientras que los manatíes proliferaron.
¿Qué hace que los dugones hayan sido reemplazados por los manatíes? Datos geológicos indican que hace 3 millones de años, el istmo de Panamá no se había formado completamente, esto permitía que la antigua corriente circumtropical fluyera entre el Caribe y el Pacífico. Al cerrarse el Istmo de Panamá, se afectó el patrón de estas corrientes, generándose cambios ambientales y obstaculizando intercambios de flora y fauna. Se presume que la extinción de ciertas yerbas marinas que constituían la dieta de los dugones fuera la causa de su extinción.
Los manatíes poseen una dentición que les permite comer mayor diversidad de plantas acuáticas, por lo cual lograron mantenerse en el Caribe.
Además de las especies de dugones que se conocen, es posible que otras más hayan existido en las aguas que bordeaban a Puerto Rico.