La extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años no favoreció la posterior evolución y supremacía de los mamíferos como se creía hasta ahora, asegura un artículo publicado hoy en la revista especializada Nature.
Para llegar a esa conclusión, un grupo de científicos construyó un enorme árbol genealógico de la evolución de los mamíferos, sin encontrar indicios de un repentino surgimiento de nuevas especies.
Sin embargo, se decía que al desaparecer los dinosaurios, los animales que sobrevivieron se vieron libres de aprovechar nuevas fuentes de alimentos y hábitats, y como resultado aparecieron otros.
La investigación revela que en los primeros 10 ó 15 millones de años desde la extinción, las especies de mamíferos actuales mostraban un perfil muy bajo, comentó Andy Purvis, profesor de Biología del Instituto Imperial de Londres.
"Parece que una posterior ola de calor generalizado fue la que originó la actual diversidad y no la muerte de los dinosaurios", añadió.
Según el árbol genealógico, los mamíferos que experimentaron una rápida evolución y diversificación tras la desaparición de los dinosaurios, o bien se extinguieron, como el andrewsarchus (mezcla entre vaca y lobo), o redujeron su presencia, como los armadillos.
Si es seguro que el estudio ofrece un reto a los paleontólogos para que encuentren nuevos fósiles capaces de arrojar luz en torno a la historia de la evolución, dijo Greg Wilson, curador de paleontología de vertebrados en el Museo de Naturaleza y Ciencia de Denver.