Noticia completa en Diario de Navarra (España)
Donny George no había hecho otra cosa que dedicarse al conocimiento de la antigua Mesopotamia pero a ese empeño ha sumado en los últimos meses el de hacer la luz sobre «La Ocupación Norteamericana de Irak». Ese es el nombre de una de las tres clases que este arqueólogo iraquí imparte desde diciembre en la Universidad de Stony Brook, en Long Island, y en la que ha encontrado refugio tras renunciar a la dirección del Museo Nacional de Bagdad y huir de su país.
«Es una materia aún abierta y que intento enseñar sin juicios de valor», dice George, antes de asegurar que ofrece la nueva clase «a petición» de la Universidad, donde la alterna con una de «Herencia Cultural» y una de «Arqueología en Mesopotamia».
En realidad, este apasionado de la Historia de Irak, la antigua Mesopotamia, podría inspirarse en su caso personal para que le sirviera de guión de su recién adquirida responsabilidad académica.
Nombrado hace casi cuatro años, al poco de la invasión estadounidense, director del Museo Nacional de Bagdad -que atesora el mayor patrimonio mundial sobre arqueología mesopotámica-, Donny George se vio obligado a abandonar Irak el pasado agosto tras recibir presiones, y su familia amenazas de muerte.
«Unos desconocidos dejaron una noche una carta en casa de mis padres. En la carta se acusaba a mi hijo Martin de ultrajar el Islam por coquetear con musulmanes. Se le exigía el pago de mil dólares en 24 horas y una carta de disculpas si no quería morir», explica.
«La carta iba firmada por las Brigadas del Martir Al Zarqaui, lo que todo el mundo sabe lo que significa», precisa, en alusión a quien era considerado hasta hacía poco jefe de Al Qaeda en Irak, muerto en los días previos en un ataque militar estadounidense.