Entrevista a Claudio Mendoza ex Jefe de Física Computacional de IVICen Diario El Nacional de Venezuela
Mi destitución reafirma que hay desprecio por los expertos
fue, hasta el pasado 2 de febrero, jefe de física computacional en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, un laboratorio que ha sido tradicionalmente uno de los más productivos del centro de investigación de Altos de Pipe.
Marielba Núñez / El Nacional
Foto: Jesús Castillo
Los miembros del consejo directivo del IVIC decidieron removerlo, no por algún desacuerdo sobre su desempeño laboral, sino por el "tono irrespetuoso" que consideran que usó el investigador en el artículo de opinión "Masa crítica", que publicó en El Nacional el 13 de septiembre del año pasado, y en el que abordaba las implicaciones del uso de energía nuclear.
Mendoza, quien es científico titular en el IVIC y ha alcanzado el nivel 4 del programa de promoción el investigador, seguirá activo dentro de la institución, aunque sin la responsabilidad administrativa que desempeñaba. Ve en la decisión del consejo directivo un intento de coartar el derecho de expresión. Para él, se trata de algo inédito en su experiencia de 20 años como articulista de opinión, en medios como El Diario de Caracas, Imagen y Veintiuno.
–La carta de destitución dice que los argumentos de su defensa no son satisfactorios. –A los 3 días de publicado el artículo salió un remitido del consejo directivo del IVIC en el que me descalificaban y decían que tenía 30 días para presentar las pruebas de lo que había escrito.
Les envié un dossier bastante grueso acerca de las fuentes que usé para escribir. Había más de 30 artículos publicados no sólo en Venezuela sino en el exterior sobre el tema. Allí incluía pruebas de los problemas que existen entre los gremios venezolanos y el gobierno. Digo en el texto que hay un desprecio revolucionario por los expertos, algo que mi destitución reafirma.
–¿Cuánto tiempo tenía usted como jefe de laboratorio?
–El laboratorio de física computacional lo hice yo, desde el principio, hace como 10 años. Publicamos un promedio de 15 papers al año en revistas científicas reconocidas. Allí trabajan investigadores de alto nivel y estudiantes de posgrado. Se usa la computación como herramienta para elaborar modelos físicos y matemáticos en una gran cantidad de áreas: astronomía, física, salud.
–¿Cree que los científicos deben tener una voz política?
–Es inevitable. La ciencia tiene la responsabilidad de alertar a la sociedad sobre los cambios que están ocurriendo. Pasa con el calentamiento global o las células madres. Hay casos emblemáticos.
Robert Oppenheimer no estuvo de acuerdo con la carrera armamentista, y lo destruyeron. Andrei Sajarov pagó con exilio su oposición a que la URSS invadiera Afganistán. Hitler persiguió a los científicos judíos. La ciencia y la política tienen un matrimonio problemático.
–Dice en su artículo que Venezuela está entre quienes quieren colearse al club nuclear. –Pocos meses antes Bush había dicho que quería impulsar la energía nuclear. El presidente Chávez había también declarado que iba a desarrollar la energía nuclear estratégicamente. Luego suceden una serie de acontecimientos, por el acercamiento del país a Irán, un país cuyo programa nuclear es visto con desconfianza en occidente.
–¿Cree que por lo ocurrido otros científicos se abstendrán de opinar?
–Creo que esa es la idea, que la gente tenga miedo. En mi caso, he tenido apoyo de la Sociedad Americana de Física, de la Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia, de la Asociación para el Progreso de la Investigación Universitaria, la Sociedad Galileana y la Asociación de Investigadores del IVIC.
–Usted formó parte del movimiento opositor Gente de Ciencia, ¿esto es una represalia?
–Puede que haya algo de eso. En 2002 yo era presidente de la Asociación de Investigadores del IVIC y asumimos un papel muy activo, fue un movimiento muy amplio.
No estuvimos en el paro, pero apoyamos a la gente de Intevep. El despido de más de 800 investigadores de esa institución es una de las grandes catástrofes del país.