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Los investigadores del Instituto de Biología y Genética Molecular (IGBM) de la Universidad de Valladolid, Diego Sánchez y María Dolores Ganfornina, en colaboración con el científico norteamericano Seymour Benzer, comprobaron, a través de diversos experimentos, que el descenso de una proteína en una mosca causa envejecimiento prematuro, según los datos facilitados por fuentes universitarias.
Estos mismos resultados se están obteniendo con los ratones, por lo que el siguiente paso podría ser la experimentación humana, especialmente dirigida a las enfermedades neurodegenerativas
Los descubrimientos, publicados en la revista Current Biology, de dos investigadores del Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM) de la Universidad de Valladolid, se obtuvieron con la manipulación de un gen de una proteína, a la que llamaron "lazarillo", en la mosca Drosophila o del vinagre, lo que abre una puerta "a futuros tratamientos de las enfermedades neurodegenerativas, cuya factor común es la oxidación de las células".
Asimismo, comprobaron que disminuyendo la cantidad de "lazarillo" en la mosca provoca "un envejecimiento prematuro, problemas degenerativos y estrés oxidativo", según explicó María Dolores Ganfornina. Si esta mosca tiene una media de vida de sesenta días, con el descenso de esta proteína su vida muere diez días.
Este trabajo se complementó con las investigaciones que en esta misma línea desarrolla el equipo que dirige Seymour Benzer, descubridor de la estructura del primer gen, cuyo experimento ha consistido en hacer lo contrario, "incrementar el número de proteínas, cuya consecuencia es la prolongación de su vida en veinte días más".