El propietario de la pieza es el escultor Iván Mileni, quien cuenta con un pequeño museo de piezas de ámbar en el que la principal atracción es precisamente la rana, que está en su poder desde hace dos años.
Milani explicó hoy a Efe que la joya tiene un valor científico muy grande debido a que puede contribuir al estudio de las condiciones de vida del planeta en esa época.
"Por ser un vertebrado llama la atención que haya quedado atrapado por la resina de ámbar, cuya función es liberar al árbol de insectos parásitos como las termitas", dijo a Efe el artista.
El ámbar pulido amarillo claro que permite ver la rana completa de 1,2 centímetros está en exhibición, pero no en venta, junto con otras piezas singulares que contienen pelos de mamíferos y una lagartija.
Explicó que el anfibio despertó el interés de los científicos debido a que es un espécimen de hace 25 millones de años que ha permanecido entero.
Además, quedó atrapado en la resina en tres dimensiones, lo que representa infinitas posibilidades de estudio a diferencia de otros fósiles encontrados de ese período. Ambas circunstancias, manifestó, le dan un valor científico incalculable.
Agregó que la rana pertenece al género Craugastor, habría vivido en el período terciario y estuvo oculta en las minas de ámbar de Simojovel, de donde provino el lote de piezas adquirido por Milani.
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