La historia se remonta a 1998, cuando un equipo de científicos chinos y estadounidenses descubrió varios embriones fosilizados, en una etapa de desarrollo temprana, en la Formación de Doushantuo, en la provincia de Guizhou, famosa porque sus rocas han conservado bien fósiles de esponjas y embriones microscópicos.
Dos años después desenterraron los fósiles de un animal tubular, al que llamaron "Megasphaera ornata" que parecía ser la "versión adulta" de los embriones.
Sin embargo, la vinculación del animal con los embriones no quedó demostrada hasta el hallazgo en enero pasado en el mismo lugar de unos 80 embriones, pertenecientes a una etapa intermedia de desarrollo y que mantienen rasgos en común con los dos descubrimientos anteriores.
Cada embrión tiene el tamaño de un grano de arena y está compuesto por entre dos y cerca de mil células, explicó Yuan Xunlai, miembro del equipo, según publica hoy la agencia estatal Xinhua.
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