Noticia original en Levante (España)
Un grupo de biólogos de Idaho (Estados Unidos) han empleado técnicas de ingeniería genética para lograr patatas con más sabor y resistentes a magulladuras. Los responsables de la compañía que desarrolla la investigación, J. R. Simplot, productora de patatas congeladas, fertilizantes, semillas y piensos para ganado, sostienen que todavía tendrán que pasar entre cinco y diez años para que esta patata mejorada genéticamente pueda ser comercializada.
Asimismo la estructura genética de este tubérculo, mejorada gracias a la biotecnología, rechaza la formación de la acrilamida, una sustancia potencialmente cancerígena que se puede detectar en las patatas fritas.
De los aproximadamente 50.000 genes presentes en una patata, los investigadores de Simplot han eliminado dos e introducido sus réplicas que silencian efectos negativos que el consumo de este producto puede ocasionar, asegura el biólogo líder de este proyecto, Caius Rommens. Esta patata mejorada genéticamente contiene un almidón más saludable, hasta en un 7%, y además ofrece un sabor más intenso. El nuevo tubérculo permite además un almacenamiento más duradero, antes de que sus componentes comiencen el proceso de degradación.