Hasta ahora todos los datos indican que el satélite natural terrestre es un desierto completamente seco y algunos intentos anteriores de hacer una maniobra similar a la de Lcross o ha fracasado o no ha obtenido resultados concluyentes. En julio de 1999 impactó en la Luna la sonda Lunar Prospector (de la NASA) y en septiembre de 2006, la Smart-1 (de la Agencia Europea del Espacio), una vez concluida su misión.
Lcross (Lunar Crater Observation and Sensing Satellite) ha recorrido millones de kilómetros desde su lanzamiento, pasando alrededor de la Tierra y de la misma Luna, y ahora se prepara para impactar allí a una velocidad de casi 9.000 kilómetros por hora. La idea es que en el cráter choque el módulo de impacto, que es la parte superior de un cohete Centaur), y que la sonda Lcross (con varios instrumentos de medida a bordo) atravesará la pluma de materia que se levantará para tomar datos antes de estrellarse ella misma también poco después.
La NASA acaba de hacer pública la elección de Cabeus A, tras la selección realizada por los expertos entre ocho cráteres de impacto preseleccionados. Además de la estructura de Cabeus A y de la señal de presencia de hidrógeno allí detectada por otras naves espaciales, se han tenido en cuenta las condiciones de iluminación y visibilidad de la previsible pluma resultante del impacto más favorables para su observación desde la Tierra.
Con información de El País (España)