Panamá es una nación en franco desarrollo gracias a sus políticas de comercio abierto, liberalización financiera, escasas regulaciones y bajos impuestos. El resultado es un creciente nivel de prosperidad general, mejor nivel educativo y desarrollo económico acelerado.
Una de las consecuencias de este desarrollo es la espectacular reforma urbanística que experimenta Panamá. En la ciudad de Panamá se están construyendo actualmente alrededor de 175 edificios, 25 de ellos tienen más de 50 pisos o 175 metros de altura.