Noticia en Silicon News (España): Las ventas de móviles disminuyen en Europa
La tasa de crecimiento del mercado de teléfonos móviles en Europa ha caído un 3 por ciento en el 2007 según un estudio realizado por Nokia. Este dato contrasta mucho con la expansión del 16 por ciento registrada en el 2006. Según informa Reuters, las ventas de teléfonos móviles en Latinoamérica también han bajado a un 10 por ciento desde un 15 por ciento del año anterior.
Sin embargo en Norteamérica las ventas aumentaron un 6 por ciento y en los mercados emergentes, China y los países de la región Asia-Pacífico, las ventas significaron casi un 60 por ciento del volumen total en el pasado 2007, frente a un 55 por ciento del año anterior.
Además de los desafíos que representa una eventual desaceleración económica mundial debido a la crisisamericana originada por su déficit fiscal, los mercados de telecomunicaciones europeos y latinoamericanos enfrentan los problemas de regulaciones y sistemas legales que merman la seguridad jurídica y encarecen artificialmente distintos servicios de telecomunicaciones como el de telefonía celular.
Entre algunas regulaciones existentes, existen las de entregar obligatoriamente el servicio a cualquier localidad geográfica sin afectar el precio al usuario final, ello hace que el precio general se mantenga elevado para compensar los altos costos de infraestructura mientras que aparentemente el usuario no paga el costo extra que supone ofrecer costosa cobertura a áreas geográficas poco habitadas.
Las regulaciones también hacen dificil la entrada y salida de competidores en el mercado y sin embargo no evitan que las administraciones locales monopolicen o impidan la construcción de infraestructuras de telecomunicaciones. En Europa o Latinoamérica no es la libre competencia la que decide cuantos operadores son apropiados o necesarios para el mercado de telefonía celular, es la burocracia estatal de cada país o la burocracia comunitaria con sede en Bruselas la que establece el número de licencias y permisos para operar. En suma, no son los ciudadanos los que modelan el mercado con sus decisiones sino una burocracia intervencionista, y es ésta la que decide si "hay suficientes competidores". ¿Con qué derecho? ninguno.
De la misma manera existen diversas regulaciones que obligan, en el caso de Europa, a un operador a compartir su infraestructura con otros operadores. Como si esto no fuese poco, existen regulaciones en los precios minoristas y mayoristas, así como regulaciones que establecen monopolios privados y públicos que facultan a una sola empresa a construir cables de acceso a redes internacionales, como en el caso de Ecuador. Esto, más las regulaciones sobre precios, equipos y servicios permitidos, afectan a la competitividad en los mercados de telecomunicaciones y hacen que el sector entero sea fuertemente vulnerado por crisis coyunturales, mientras que los mercados menos regulados soportan mejor estas crisis. El mayor afectado resulta el usuario final que ve encarecido los servicios y tiene pocas opciones para escoger tanto entre empresas, como equipos y nuevos servicios.